Tiempo propicio, el tiempo necesario, lo que sea que tenga que tomar, cambio de época, preparación para el encuentro con el Señor, eso y más significa el número 40 en los textos de las  Sagradas Escrituras.
Hoy, a 40 años de trabajo a favor de la transformación evangélica de la realidad social de México, América Latina y el mundo, el Imdosoc publica el libro que usted tiene en sus manos.

Estas páginas, valiéndose del método latinoamericano, son producto de la interiorización del Instituto mismo a través de las reflexiones de algunos testigos, promotores y provocadores del PSC, quienes se encontraron en seis conversatorios compartiendo sus aportes confrontativos y propositivos.
Cuatro décadas después del nacimiento del Imdosoc, es momento de hacer un alto para voltear a ver el corazón, lugar donde habita Dios.

Con el júbilo del aniversario, este título busca renovar el fuego en los corazones para apostar por una vida de servicio cristiano en las esferas de lo económico, lo ambiental y lo social y, a su vez, es proclamación de la obra hecha por Dios en el corazón del Instituto, apropiándonos de las palabras “por lo que no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20), sabiendo siempre que “somos servidores a los que nada hay que agradecer, porque no hicimos más que cumplir con nuestra obligación” (Lc 7, 10b).

Regreso al corazón es una invitación a poner manos a la obra, pero nunca solos. Es un compromiso de labor conjunta entre Imdosoc y aquellos a los que este mensaje llegue, sabiéndonos corresponsables del cuidado de la casa común y del corazón del hermano, tierra santa y epifanías de la maravilla de la vida en el Espíritu del Resucitado que sigue apostando por los pobres y desvalidos.

https://www.facebook.com/watch/?v=163711673359890

La construcción de paz, tan necesaria para transformar los conflictos derivados de la violencia estructural que vivimos, requiere de un tejido fino que permita una mayor interacción entre las personas involucradas en procesos de paz.

Miradas de paz. En el ojo de la sociedad se ha convertido en esa red de redes, en la que convergen las reflexiones de noventa y cinco especialistas que, desde la academia, las organizaciones de la sociedad civil, la función pública, la iniciativa privada y los colectivos, han intervenido en las causas sociales más emblemáticas del país.

Ante la urgencia de un nuevo paradigma de la relación humana, este libro se vuelve un referente de saberes, experiencias y estrategias de incidencia hacia la paz en temas de bien común, justicia, seguridad, educación, cultura, género, narrativa, dignidad, bienestar, ciencia, tecnología y tejido social. doy la bienvenida a mi espacio digital para que conozcas un poco más de mi mundo como escritora, periodista, promotora de paz, asesora, conferencista, practicante e instructora de artes marciales y meditación, y emprendedora social.

Este libro reúne dieciséis voces que, desde una fuerte convicción fundamentada en la experiencia, hacen propuestas viables de transformación social. Son voces de personas que, sensibles al dolor humano, con una conciencia política definida, gran compasión y opción por el bien común, se han lanzado al abismo con las víctimas de la violencia; son acompañantes fieles, guías firmes y facilitadoras de procesos de paz. Con el recurso de la entrevista de semblanza tan propio de Adela Salinas, el diálogo construye y deconstruye, decanta, desnuda; entra a un proceso íntimo, donde se descubren diversas acciones, proyectos, estrategias, mapas y rutas a seguir con todo y las formas de mantener una conciencia clara y un corazón fuerte ante la tentación de claudicar frente a la adversidad.

Así, como el subtítulo de la obra lo indica, quien lea estas páginas se llevará tantas perspectivas como procesos y acciones que desarticulan las distintas formas de la violencia, pero, sobre todo, la motivación de participar activa y proactivamente, como lo hacen las personas entrevistadas, en los procesos de construcción de paz.

Este libro reúne dieciséis voces que, desde una fuerte convicción fundamentada en la experiencia, hacen propuestas viables de transformación social. Son voces de personas que, sensibles al dolor humano, con una conciencia política definida, gran compasión y opción por el bien común, se han lanzado al abismo con las víctimas de la violencia; son acompañantes fieles, guías firmes y facilitadoras de procesos de paz. Con el recurso de la entrevista de semblanza tan propio de Adela Salinas, el diálogo construye y deconstruye, decanta, desnuda; entra a un proceso íntimo, donde se descubren diversas acciones, proyectos, estrategias, mapas y rutas a seguir con todo y las formas de mantener una conciencia clara y un corazón fuerte ante la tentación de claudicar frente a la adversidad.

Así, como el subtítulo de la obra lo indica, quien lea estas páginas se llevará tantas perspectivas como procesos y acciones que desarticulan las distintas formas de la violencia, pero, sobre todo, la motivación de participar activa y proactivamente, como lo hacen las personas entrevistadas, en los procesos de construcción de paz.

“Tatuarse no es un juego. Es una decisión de vida porque quedas marcado para siempre. La gente dice que nos enmascaramos. Yo digo que es al contrario…”

Para Alma Torres el tatuaje es una representación de lo que lleva dentro: momentos felices y también hechos que la han devastado. Ella está denuda y, a partir de sus tatuajes, le cuenta su historia a un periodista que la escucha con atención. Es el lenguaje gráfico de su cuerpo, los bo conciencia para transgredir el espacio y tiempo que le fue concedido.

A través de este personaje lleno de contrastes, Alma (“Perversa”, como la llama Pulso, su pareja) el mundo del tatuaje se convierte en un camino de conocimiento y evolución; más allá de una moda o un estigma, resulta ser un medio de liberación para conjurar el dolor que agobia y sepulta las ganas de vivir, una necesidad de exorcizar sus propios demonios.

¿Quién ha oído hablar de Paul Antragne? ¿Quién conoció a este pintor atormentado? Sólo algunos guardan en la memoria imágenes borrosas de uno de los artistas más enigmáticos en el México de la segunda mitad del siglo XX. Con el recurso de la biografía novelada, Adela Salinas nos conduce por la delirante vida del protagonista: su atribulada infancia y adolescencia en Europa, su llegada a tierras mexicanas en una de las épocas de mayor efervecencia cultural, sus angustiantes últimos días.

La profusa investigación realizada por la autora se entrecruza con los matices y acentos propios del retrato literario, para ofrecer al lector un perturbador perfil psicológico del personaje: desesperación, perversiones sexuales, abandono y búsqueda incesante de un ente superior que lo redimiera. Se trata del oscuro reflejo de un seer por demás singular, una sombra que nos revela los aspectos más recónditos de la existencia humana. Profundidades a las que es posible llegar si se sigue una de las premisas de Antragne: “el mal no existe”.

Reina fúnebre da testimonio de la decadencia de una enferma que, por causas científicas o leyes ocultas al entendimiento humano, no puede morir.

Con una narrtiva intimista y por demás honesta, Adela Salinas cuestiona el criterio médico de obedecer a ciegas el juramento hipocrático por encima del derecho natural de tener una muerte digna.

No hay dos escritores que piensen o sientan de la misma manera, sean creyentes, agnósticos, ateos o conversos. Cada uno ofrece su visión y experiencia únicas, y a pesar de su unicidad, todos podemos identificarnos con ellos porque somos seres que compartimos la misma historia humana.

Así, en Primero Dios se construye un mosaico de creencias y vivencias que explican en gran medida quiénes somos como pueblo, como cultura, como nación y como hombres y mujeres. Esta enorme diversidad es, además, un testimonio y homenaje a la comprensión, la tolerancia y el profundo respeto que en México existe para con el otro, con el que no piensa como nosotros o que posee costumbres diferentes.

A lo largo de estas entrevistas, los escritores mexicanos reflexionan sobre quiénes somos, por qué estamos aquí y cuál es nuestro propósito en el mundo, porque de estas preguntas y sus respuestas surgen invariablemente nuestras actitudes y nuestros actos —nuestros hechos—, los cuales dan forma a nuestras vidas como individuos y a nuestra convivencia como sociedad.

¿De dónde venimos? ¿Hay salvación? ¿Existe un más allá? ¿Volveremos a nacer? ¿Cuál es mi papel en el universo? ¿Está presente Dios en el arte? ¿Somos nosotros Dios al crear? ¿Somos pecadores? ¿Existe el pecado? ¿Son absolutos el bien y el mal? ¿Qué significa Satanás? ¿Existe, o desea él que nosotros creamos que se trata de una fabricación de nuestra imaginación colectiva? Y las preguntas más importantes: ¿Por qué estamos aquí? ¿Quién o qué está detrás del universo? ¿Tiene sentido? 

Son éstas sólo algunos de los interrogantes que recorren, de principio a fin, las páginas de Dios y los escritores mexicanos, de la escritora y periodista Adela Salinas (México, DF, 1968). La editorial Nueva Imagen publica el presente volumen con el afan de que nos veamos, nos conozcamos y nos reconozcamos mejor, pues entre todos formamos el rostro de una nueva mexicanidad pensante que se transforma día a día, a la par del resto del mundo, por un camino de pluralidad y respeto mutuo. A juzgar por los caminos trazados por estos pensadores (y por los millones de mexicanos que nos reflejamos en lo que ellos exeriben), el divorcio entre religión y espiritualidad —es decir: entre las instituciones religiosas y aquello que nos inspira a trascender lo material— no tendría por qué ser definitivo. O, para plantearlo de otro modo a través de una última pregunta: ¿Podrán las instituciones religiosas ponerse a la altura d ela espiritualidad de quienes las han trascendido?